En la obra de Gustave Flaubert “Madame Bovary”, Emma se depara con dicotomías y dualidades al igual que otros personajes y humanos en general. Una de las dicotomías más intrigantes de mi vida trata de mis vacaciones. ¿Viajar y conocer el mundo, o regresar a mi tierra natal? Yo vivo lejos de mi país ya hace once años. Durante este tiempo he visitado a diferentes sitios turísticos en Suramérica que ahora conozco más que mi país de origen. Esto hace recordar ese dicho de que los turistas no conocen a su propio país.
De todos modos la mayoría del tiempo he estado en un vaivén entre la escuela y la casa, y esto me hace extrañar a mi familia, mis amigos y mi patria. Por esto, siempre que salgo de vacaciones del colegio, busco dedicar todo mi tiempo libre a compartir con mi familia y mis amigos que he pasado tanto tiempo sin ver y saborear más una vez las delicias culinarias procedentes de mi cultura y tradición. En las vacaciones de invierno tengo más o menos veinte días, y en las de verano cincuenta, pero quedar cuatro a cinco meses lejos de todo eso me hace querer pasar cada minuto en la cuidad que fue mi cuna familiar que representa mis raíces.
Resulta que todos los años sucede lo mismo y nunca tengo tiempo para viajar y expandir mis horizontes. Al mismo tiempo que tengo la curiosidad de explorar nuevos mundos y conocer hasta quizás otras regiones de mi país, mi deseo de regresar a mis orígenes me impide de invertir mi tiempo a otras actividades. Por ejemplo, quería mucho viajar a Europa y explorar las diferentes ciudades que por su belleza se convierten en si en atracciones turísticas. También, en competencias deportivas, he conocido a diversos países del caribe, dejando amigos recién hechos, amigos de infancia reencontrados y una nostalgia interminable de una época que jamás se repetirá tal y cual fue de la primera vez.
Mi país de residencia tiene una diversidad muy grande de lugares, climas, y gente y que crea una atmosfera que cambia a cada dos meses. Cuando me mude, extrañaré mucho a esta cultura y estilo de vida, y será más un lugar en mi lista de países a visitar nuevamente, para rever los amigos que quedarán. Aun así, me queda la duda. ¿Algún día, tendré yo tiempo para realizar estos viajes? Cuanto más el tiempo pasa, más lugares quiero conocer, a más lugares quiero regresar, y más aún quiero volver a mi tierra. ¿Encontraré yo, un equilibrio entre saciar mi curiosidad y mi nostalgia? ¿Lograré yo, aprovechar cada instante del tiempo y lugar en que me encuentre?
Aun me queda la dicotomía, ¿viajar a conocer nuevos lugares y visitar amigos por el mundo, o regresar a mi tierra natal? Esta respuesta la voy a tener con el tiempo, una vez que logre identificar mis prioridades en el momento actual. Lo único que me impide es la idea de querer estar en todos lugares a la vez.
Me encanta tu post, me parece personal y me encanta que logres comprender y aplicar estos conceptos a tu realidad. En definitiva tu dicotomía es válida y creo que lo importante es que halles un balance entre tener un sentido de patriotismo y ser un ciudadano del mundo. Creo que nada nos hace apreciar nuestra patria más que el estar lejos de ella ya que ahi se forjan verdaderos sentimientos nacionalistas. Sea cual sea la decisión que tomes ya lo vivido y la diversidad cultural a la cual has estado expuesto se quedará de por vida en tu memoria y es parte de tu identidad.
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