viernes, 31 de agosto de 2012

Temas Universales en La Ciudad y Los Perros

La Ciudad y Los Perros de Mario Vargas Llosa incluye muchos temas universales que se aplican a una variedad de culturas y etnicidades y se encuentran en diferentes países y localidades. Uno de estos temas universales es el tema del racismo, sufrido por cava por ser un serrano, y por los negros “En los ojos se le vio que es un cobarde como todos los negros,”. Estos ejemplos reflejan la realidad de hoy en día; el racismo que ocurría antiguamente ya no predomina como antes pero que infelizmente aún existe. También está el tema de la discriminación, y el maltrato, que aunque ya no parezca, aún es muy comun en todo el mundo. En la novela, los nombres de los personajes reflejan sus personalidades, como por ejemplo el jaguar que es fuerte y valiente, resumiendo pictóricamente, la imagen que los demás tienen de ese personaje. Otro ejemplo es Ricardo, a quien lo llaman “el Esclavo” por ser frágil y débil y por su falta de masculinidad y de fuerza. El Jaguar, y sus demás comparsas, lo maltratan y se burlan de él dándole un apodo y hablando mal de él en general.

En los colegios de hoy en dia, el más grande problema social es la cuestión del “bullying” un término en ingles que se refiere al maltrato de jóvenes menos populares que sufren persecución social por tener rasgos de inferioridad a los más populares que frecuentemente son los “bullies”. No obstante, este comportamiento de baja madurez puede tomar varias formas por diversos motivos. En muchos casos, la víctima es un alumno nuevo que aparente ser diferente a los demás, o que muestre inseguridad, miedo o algún aspecto físico o social considerado gracioso que ofrezca motivos de burla. Esto también puede suceder porque la víctima no es tan inteligente, o porque a veces expresa su opinión de forma diferente. Entonces por ahí empiezan los chismes, apodos, bromas y chistes en donde el agresor se cree superior y encuentra placer en jugar de forma peyorativa con un compañero. Es posible también que el agresor en realidad sea un amigo y que lo haga por diversión pero sin la intención de ofender. Sucede que a veces, uno puede pasar de los límites y se torna inconveniente para todos.

En ciertas edades, y en el colegio, principalmente entre 6to y 7mo grado, el bullying es aún más frecuente. Por ejemplo, supongamos que un grupo de estudiantes persiguen a un compañero de 6to grado por ser gordo e infantil. Le ponen apodos, se burlaban de él y hacen comentarios desagradables en frente a todos. Lo humillan y lo maltratan. Esto le baja la autoestima, le afecta su carácter y su sociabilidad. Entra en un ciclo vicioso de aislamiento de la sociedad, hasta un punto en que desiste de creer en la bondad y amabilidad verdadera de las personas. Gana un apodo igual que el de Ricardo y pierde las ganas de salir ya que tampoco sus amigos quieren estar con él por miedo de que se conviertan igualmente en víctimas. A medida que el tiempo pasa, el chiste se pone viejo, el apodo ya no hace efecto, todo el mundo se cansa. Buscan otras formas de entretenerse. Unos se mudan, otros llegan. Lo él que más quiere es irse a otro colegio, donde nadie lo conozca, y así poder empezar una vida nueva, con nuevos amigos, una nueva imagen, nada de apodos, nada de chistes, nada de burlas. Un nuevo estilo de vida, más saludable, más maduro. Pero no.

Se quedará el resto de su vida escolar en el mismo lugar, con las mismas personas, sin ninguna oportunidad de mostrar que ha cambiado, sin ninguna oportunidad de ver que la mente perversa y arrogante de los burlones había cambiado un poquito siquiera. Es ahí cuando él apela a los cambios físicos. Empieza con una dieta, ejercicios aeróbicos y anaeróbicos, una disciplina de impresionar. En menos de un año quedo tan delgado y fuerte como los demás de su grado. Ahí perdió su apodo que alegorizaba su sobrepeso. Decidió omitir rasgos de inmadurez y comportarse de forma reservada y racional. Acabó con los chistes y las burlas. Un día el chico esta tranquilamente agarrando sus libros en su locker cuando aparece la chica que más se burlaba de él a hacer sus preguntas estúpidas y empezar con sus comentarios antipáticos. Él la interrumpe y le dice en voz alta para que todos oyeran, “Mira, ¿porque me estas persiguiendo? ¿A caso quieres que sea tu novio? ¡Yo no voy a salir contigo! Ya sé que no puedes estar sin hablarme pero ¡dame una tregua!” y se fue a su clase. Al salir de la clase, ya en hora de almuerzo, ella estaba justamente en donde fue humillada en frente a todos. Le llamó por el nombre de bautizo y le pidió perdón por todo lo que había hecho hasta ese día. Fue igual a ganar una batalla, cuando derrumbas al jefe los demás se pierden y se matan entre sí. Desde entonces ya nadie se burló más de él.

Sin embargo, las cicatrices quedaron. Nunca más fue el mismo. Por un lado, perdió peso pero por otro, tuvo que reaprender a socializar e integrarse nuevamente a sus compañeros de clase. Resulta que no funciono. Mascaras pesan en la cara cuando la llevas por mucho tiempo. El chico decidió entonces vengarse del tiempo que fue reprimido y expresar toda esa infancia que contuvo por todos esos años en que fingió ser quien no era. Hoy, ya no le importa lo que piense, lo que diga o lo que haga la gente con respecto a su modo de ser. Ha decidido exagerar su infantilidad y crear un personaje satírico para criticar la opresión social y emocional ya que él sabe que siempre fue y siempre será más maduro de los que se burlen de su inmadurez.